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Los huevos NO se deben lavar antes de almacenarlos porque la cáscara del huevo tiene una capa natural llamada «cutícula» o «bloom» que ayuda a mantener el huevo fresco y a protegerlo contra la entrada de gérmenes. Cuando se lavan los huevos, esta capa se elimina y deja el huevo expuesto a la contaminación.
Además, cuando los huevos se lavan, se mojan y eso hace que se oxide la cascara. El óxido es un indicador de que la cascara esta dañada y que probablemente el huevo no este fresco.
Por lo tanto, para almacenar huevos, es recomendable no lavarlos.
Es importante mantenerlos en un lugar fresco y seco, y utilizarlos antes de la fecha de vencimiento para garantizar la frescura y seguridad alimentaria.
Cuando los huevos tienen suciedad en la cáscara, se deben limpiar justo antes de utilizarlos, cuando vamos a proceder a cocinarlos.
Esto se puede hacer utilizando un cepillo suave y agua tibia, o con un paño húmedo. Es importante no utilizar productos químicos para limpiar los huevos ya que esto puede dañar la cáscara y comprometer la frescura del huevo.
Una vez limpios, se deben secar completamente antes de cocinarlos. Si el huevo está muy sucio o tiene grietas en la cáscara, es mejor desecharlo ya que esto puede indicar una posible contaminación.
Es importante tomar en cuenta que el hecho de que los huevos estén sucios no implica que estén contaminados o en mal estado, ya que la suciedad en la cascara no afecta la seguridad alimentaria, a menos que haya grietas en la cascara que permitan la entrada de bacteria.
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